¿Qué significa pirulina y de dónde viene?

Hoy os cuento de dónde viene mi nombre de marca, Ibelina Pirulina, y qué significa ser una marca pirulina.

Cuando era pequeña había unos dibujos animados donde la protagonista era Angelina Ballerina. Yo bailaba ballet desde pequeña y mis amigos del baile empezaron a llamarme Ibelina, una mezcla entre mi nombre real, Ibelís, y el nombre de la ratona. El apodo me gustaba así que cuando estaba buscando nombres para mi marca combiné “Ibelina” con “Pirulina”, que es como yo llamo cariñosamente a mi perrita Ballet 🐶 (Sí! Mi perra se llama Ballet, lo sé… Todo muy alineado). 🩰

Sé que no fue una forma muy estratégica de elegir mi nombre de marca pero me gustaba cómo sonaba y poco a poco me fui haciendo reconocida así que lo mantuve.

“Es un nombre original, divertido, sonoro, memorable y “muy yo”. Pues bien, desde que lancé mi negocio hace ya varios años cada vez utilizo más esa palabra como adjetivo.”

Pero… ¿Qué significa realmente ser pirulina?

Hoy, que me he decidido a ponerlo por escrito, me he dado cuenta de que es un adjetivo que define mi estilo artístico. Y ahí llegó el bloqueo y el estrés…¿Cómo voy a poner en palabras mi arte, mi esencia?

Finalmente pensé que ser pirulina:

🌸Es buscar lo bonito de la cosas
🌸 Es tener sensibilidad artística
🌸 Es permitirte ser diferente
🌸 Es algo muy personalizado. Muy tú.
🌸 Es cuidar los detalles
🌸Es artesano, hecho a mano con paciencia, talento y pasión

De hecho hay ciertas marcas que considero “pirulinas” aunque no las haya diseñado yo. Pero las llamo así porque tienen algo de mi esencia en ellas. Alguna de mis características esenciales como, por ejemplo estampados de bonitas flores, un packaging cuidado con colores pasteles… ¡Con deciros que hasta mi copa menstrual es pirulina! o mis pinturas de uña 💅🏻

Esto es lo que significa ser pirulino para mí.

Si tú también compartes estos valores y esta visión, podemos pirulinizar tu marca.

Los negocios que acuden a mí suelen estar buscando un estilo naïve, delicado, divertido, cuqui, cercano, tropical, fresco, natural, romántico, dulce, colorido.

Y este estilo encaja maravillosamente en el sector de productos infantiles, cosméticos, holístico, de salud femenina… Incluso alimentación.

Pero... ¿Qué pasaría si...?

Sin embargo, a veces pienso lo original que sería que marcas que, a priori, no se definen así probaran algo diferente. Se destacarían de la competencia automáticamente. Por ejemplo, ¿qué os parecería el primer “Banco Pirulino”?

Es un tipo de negocio que tradicionalmente no utilizaría este tipo de registro. Sin embargo, yo opino que se puede transmitir confianza y seguridad (valores importantes para un banco, por ejemplo) y ser original y cercano, a la vez. Ser más humano.

El primer “Banco Pirulino” de la historia estaría haciendo algo diferente y arriesgándose. Usando lettering en su logo, en su marca e ilustraciones pirulinas. Pero precisamente al hacer algo tan “loco”, quizás captaría a un público que esté buscando a un banco más humano, más cercano. Un público que desconfíe de los bancos “tradicionales” y que valoran lo artesano, lo artístico, lo íntimo. Características que no se suelen asociar con bancos. Es una idea loca pero a mí me gustaría un banco así.

Entonces, ¿Quieres que tu marca sea una Marca Pirulina?

Bueno, espero que os haya gustado saber más sobre la historia de mi marca y que tengáis más claro que es una marca pirulina. Si tú quieres pirulinizar la tuya, recuerda, la clave no es que tenga los mismos tonos rosados y verdes que mi marca. No se trata de crear copias de “mi marca”.

Se trata de aplicar mi estilo, mi sentido estético y mis recursos de lettering e ilustración para crear una marca que sea 100% tú pero con ese sabor pirulino que tanto nos gusta.

¿Te atreves?