Mi estudio de diseño ideal

Estos días estaba reflexionando sobre cómo sería mi estudio de diseño ideal. Es decir, si yo tuviera que contratar servicios de diseño gráfico, ¿qué buscaría en ese profesional o en esa agencia?
En mi opinión, un estudio de diseño que se precie debería contar con todos estos elementos:

1- Originalidad

La creatividad ante todo. Al fin y al cabo esa es la base de nuestro oficio. Si ves que los estudios gráficos que estás valorando ofrecen todos más o menos el mismo estilo piensa esto… ¿Qué les hace diferentes entre sí? ¿Hay algo que destaque de sus diseños y que haga que conecte con su propuesta?

Si es así, fantástico. Vas por buen camino. Pero, ¡cuidado de no hacer un “copia/pega” de los estilos que más se ven en tu sector. Está genial coger ciertos elementos de las tendencias actuales y, por supuesto, puede que coincidas en algunos matices con tu competencia… Pero si no te desmarcas con un diseño original, tus clientes no sabrán diferenciar tu cuenta de Instagram de las demás del mercado porque todas “parecen iguales”.

Así que busca un estudio de diseño que esté especializado en tu sector pero que ofrezca variedad de estilos, que sepa plasmar tu esencia y tu autenticidad. ¡Eres única y se debe ver a simple vista en tu marca!

En mi caso lo que me hace diferente es el uso que hago del lettering (letras bonitas) y de las ilustraciones. Tengo un estilo propio y eso hace que cierto tipo de marcas se acerquen a mí. Sobre todo marcas femeninas y creativas.

2- Diseño estético… Pero también funcional

Los que me conocen en la intimidad saben que soy una persona muy analítica. Me gusta aprender, sopesar las distintas opciones y profundizar en todo lo que hago. Por eso a la hora de ofrecer mis servicios no sólo tengo en cuenta el componente artístico y estético.

Para mí también es importante que el diseño tenga sentido a nivel estratégico. Las reuniones y cuestionarios iniciales son muy importantes para poder crear una marca o un servicio de diseño gráfico que realmente marque la diferencia en el marketing mix de la clienta.

Así que, querida clienta, si el estudio de diseño que estás barajando no se preocupa por conocerte en profundidad (a ti, a tu negocio, tu historia…) quizás te vayan a ofrecer una solución “estándar” y no una solución personalizada.

Yo descanso sabiendo que ofrezco un servicio completo que pretende tener alto impacto y que, a final de cuentas, te rinda. Que lo puedas amortizar. Además para las emprendedoras o PYMES que son analíticas y perfeccionistas como yo os gustará saber que cuento con el apoyo de una experta en marketing con más de 16 años de experiencia. Inés de “A Marketing Mum” es una pieza importante de mi equipo. Seguro que te encantará conocerla.

3- Un estudio de diseño humano

Imagínate cómo sería trabajar con ese estudio de diseño día tras día. ¿Te apetece trabajar con esas personas o te da un pelín de pereza? Cuando estás en un punto de tu negocio en el que te puedes permitir delegar los servicios de diseño gráfico (entre otras cosas) es importante que elijas bien a tu equipo.

No hace falta que contrates a alguien en plantilla pero a la hora de seleccionar un proveedor el proceso es similar, al menos así lo hago yo. Porque sé que una vez haya elegido al profesional adecuado, una vez hayamos pasado el “período de adaptación” necesario… Esa relación va a ser duradera y voy a poder confiar en él/ella. ¡Menudo descanso mental encontrar a un buen profesional!

Lo que yo busco en un profesional es, al fin y al cabo, lo que yo ofrezco. Y eso es:

• La comunicación clara y directa. ¡Me gusta conocer todos los detalles y entresijos!
• La implicación a nivel humano. ¡Me encanta cuando mis proveedores “viven mi negocio” como si fuera suyo y se emocionan con mis éxitos! De repente los pequeños logros adquieren un peso mayor. Se valoran más los pequeños pasos en el camino.
• La atención al detalle y la calidad. No soporto hacer las cosas de cualquier manera para “salir del paso”. Es cierto que esto hace que a veces me tome mi tiempo en completar ciertas tareas pero prefiero entregar trabajos de los que me sienta orgullosa. Si no es así, no lo hago.

4- ¡Que vivan los buenos valores!

Finalmente, te recomiendo que a la hora de elegir tu estudio de diseño busques a personas con las que compartas ciertos valores y, sobre todo, la misma forma de trabajar.

Esto enlaza con el punto 3. Si tú eres perfeccionista y detallista y contratas a un profesional que hace las cosas muy rápido y muy barato pero encuentras constantemente errores o “huecos” en su trabajo… Mal vamos.

Quizás no seas tan exigente en este plano y lo que prime para ti sea un trabajo hecho. Una persona que pueda seguirte el ritmo a la hora de ejecutar tareas. Esto, por supuesto, también es válido.

Por eso lo mejor es conocerte a ti misma antes. Saber qué te gusta y qué no a la hora de trabajar con los demás y buscar a alguien afín a ti.

El otro día estaba hablando con mi compañera de equipo sobre una clienta y las dos decíamos: ¡qué maravilla es trabajar para esta clienta! Y es que estamos enamoradas de su proyecto, de su forma de ver la vida y de trabajar. Estamos alineadas y eso se nota.

Y cuando encuentras a una profesional a la que le apasione lo que tú haces o que comparta los mismos valores… Es un flechazo instantáneo. Imagínate el amor con el que va a hacer el trabajo que le has encomendado…

Y tú, ¿qué buscas en un estudio de diseño? Si quieres que sea yo la que te asesore en temas de diseño gráfico. escríbeme y cuéntame tu historia. Estoy deseando conocerte.